Metas

El deseo de jugar es algo tan universal como el deseo de vivir. Y ese deseo ha dejado huella en los lugares más remotos que habita el ser humano. Desde un terreno montañoso o una llanura a más de 3.000 metros de altitud hasta un diminuto pueblo de pescadores. Siempre se encontrará una portería como tótem del deporte más global.


Las porterías son una historia en si mismas, pero a la vez nos cuentan historias del lugar donde se encuentran. Historias de gente, de cómo viven, y en algunos casos, de cómo se han ido. Metas. El deseo de jugar. El deseo de vivir.