Cartagena, sueños perdidos

Cartagena, sueños perdidos

En nuestro camino hacia Valparaíso y por recomendación de un buen amigo, no quisimos perdernos la visita a la ciudad de Cartagena, un balneario que vivió tiempos mejores y que en estos momentos presenta un aspecto realmente decadente.

Residencial Psicoparque

Residencial Psicoparque


A mediados del s.XIX la gente acomodada de Santiago se compró casas de veraneo en lo que entonces era una ciudad llena de franceses, alemanes y británicos que imprimían un carácter netamente europeo al lugar, con una arquitectura digna de las mejores ciudades del antiguo continente.

Un tiempo pasado mejor

Un tiempo pasado mejor

A finales del s.XIX y principios del s.XX la ciudad vive su “Belle Époque”, cuando se afianza como un gran puerto comercial. Los veraneantes cambian la fisionomía del lugar, convirtiendo un pequeño pueblo de pescadores en una gran ciudad de ocio y descanso.

Decadencia multicolor

Decadencia multicolor

Las construcciones son impresionantes. No en vano en la edificación de la multitud de casas señoriales se utilizaron materiales como cemento, sanitarios, maderas nobles… traídos desde Francia y el Reino Unido. Un buen ejemplo es el Castillo Förster construido en 1935 por Guillermo Förster: una construcción que se acerca al mar desde una idea historicista y romántica.

Castillo Förster
Lamentablemente ahora la ciudad presenta una importante situación de abandono. Las imponentes y elegantes casas están ahora agrietadas y con la pintura descascarillada, los restaurantes sin comensales, los hoteles vacíos y los simpáticos y coloridos puestos de comida que anuncian jugos, batidos y churros permanecen cerrados

Castillo Förster

Churros y Papas

Churros y Papas

En tiempos esta ciudad fue más importante que Mar del Plata y que Punta del Este, comenzando su degradación en los años 60. Esto se debió a la llegada de una ingente masa de turistas y a la segregación en clases donde los propietarios ocupaban la Playa Chica y los turistas y trabajadores la Playa Grande. Con este creciente aumento de turistas de clases menos acomodadas, los veraneantes tradicionales abandonaron sus propiedades iniciándose entonces la degradación arquitectónica y urbana de la ciudad.

La Virgen de los Suspiros

La Virgen de los Suspiros

Pero incluso en un lugar que transmite tanto abandono, siempre hay lugar para la esperanza: Multitud de placas dan el agradecimiento a la Virgen de los Suspiros, en un pequeño santuario en la playa, por los favores concedidos y muchos otros que están por llegar.