Algarrobo
Aquí está situado uno de los balnearios más antiguos de Chile, que data de 1.578 y que fue refugio de corsarios y piratas. Entre sus “ilustres” huéspedes se encuentran los ingleses Francis Drake, Thomas Cavendish y Ricardo Hawkis y los holandeses Oliverio Van Noov y Jorge Spielberger.
El nombre de esta localidad, como no podía ser de otra manera, proviene de la abundancia con la que se encuentra el árbol algarrobo, un árbol de hoja perenne que alcanza los 10 metros de altura.
La playa es una auténtica maravilla, salpicada de barcas de pescadores y con un impresionante embarcadero de madera. Al fondo, el llamado Islote del Pájaro Niño, en el lado sur de la bahía, y que está unido artificialmente a la costa por una construcción levantada por la Cofradía Náutica del Pacífico Austral. Esta construcción supuso un grave deterioro de las condiciones de vida de los ejemplares que allí anidaban.
Paseando por el lado norte de la bahía, y con la marea baja, nos tropezamos con una ingente roquerío que contrasta con la suavidad de las líneas de la playa y el mar.