Cañón del Río Vilama
El río Vilama, al norte de Atacama, a una altitud de 2.300 metros, es el segundo en importancia en la zona, tras el río San Pedro. Ambos constituyen el aporte de agua que desemboca en la parte norte del salar de Atacama. Durante todo su recorrido son alimentados por numerosos y pequeños afluentes subterráneos, que les dan consistencia pese a las difíciles condiciones externas. El río Vilama también aporta toda el agua potable a pueblos como San Pedro de Atacama, Toconao y Socaire a través de captaciones superficiales.
Equilibrio inestable
Gracias a esta preciosa agua, que fluye con una claridad cristalina, se han formado algunos oasis de vida en este tremendo desierto, donde mayoritariamente encontramos algarrobos y chañares.
Centinelas
A ambos lados del río, se pueden encontrar enormes Cactus, verdaderos héroes de la supervivencia. Se alzan como imponentes vigías, llegando a alcanzar hasta 12 metros de altura, en equilibrio sobre las laderas pedregosas.
Cañón de luz
Pero no sólo la vegetación sorprende; también, el paisaje rocoso que flanquea ambas orillas es sobrecogedor. Es increíble ir descubriendo las rocas como verdaderas obras de arte esculpidas a lo largo de los siglos por la Naturaleza.
Bajo presión
Algunas presentan multitud de colores, y otras en cambio son oscuras, comprimidas, replegándose sobre ellas mismas. Distintas personalidades formando un único conjunto.