San Antonio de los Cobres: polvo y memoria

San Antonio de los Cobres: polvo y memoria

A una altitud de casi 4.000 m, con la constante compañía del viento helado, y bajo un sol abrasador, se encuentra San Antonio de los Cobres, un municipio de unos 5.000 habitantes que sobreviven en uno de los entornos más hostiles que se pueden imaginar. La existencia de este poblamiento se explica por su ubicación estratégica ya que es camino natural entre el océano Pacífico y la gran llanura Chacopampeana y ha sido durante siglos lugar de paso de mercancías y ganados. Los habitantes que quedan sobreviven como pueden, dando un toque mágico a este surrealista y remoto lugar.


Camión abandonado

Camión abandonado

Donde quiera que mires el polvo lo impregna todo: un patio de recreo repleto de toboganes hechos de hierro, una blanca mina de cal y una idéntica hilera de casas de techumbre a dos aguas que destacan sobre el conjunto de casas planas.

El Sol de San Antonio de los Cobres

El Sol de San Antonio de los Cobres

Los niños, ancianos, mujeres y hombres…, todos están llenos de polvo. Hasta uno mismo se termina dando cuenta de que se ha instalado un denso y pesado polvo en la memoria, que quedará para siempre grabada con las gentes que se vieron en San Antonio de los Cobres.