Fuerza Bruta Buenos Aires

Fuerza Bruta Buenos Aires

Fuerzabruta, antes De la Guarda, ofrece un espectáculo original, realmente nada parecido a cualquier otro espectáculo visto antes. Teatro de vivencia, existencialista y sobre todo contemporáneo, en la forma y en el fondo. Los actores derrochan desde el primer momento un entusiasmo sin igual e incluyen al espectador como parte integrante de la obra. En realidad, sería una obra inconclusa sin la participación directa del espectador.


El corredor en busca de la luz

El corredor en busca de la luz

Fuerzabruta nos presenta la metáfora de nosotros mismos a través de un personaje que corre, anda y deambula por la rueda de la vida y el implacable tiempo, sufre distintos avatares, golpes, inclemencias… pero sigue adelante rompiendo barreras y superándose. Después, se encuentra con otros personajes que, como en la vida de cada uno de nosotros van y vienen y solo forman parte de nuestra existencia un periodo de tiempo. La denuncia de la comida rápida también está presente. En una sociedad enferma por el tiempo y por la velocidad no hay lugar para comer, sólo para alimentarse de manera automática, como el automóvil que reposta para seguir infinitamente adelante.

Ellos van y vienen

Ellos van y vienen

El hacinamiento de las grandes ciudades es otro punto de denuncia. No obstante, representando un continuo despertar, Fuerzabruta hace que sintamos que vivir es, en realidad, algo urgente. Se provoca que nos sintamos vivos. Este optimismo se transmite al público que, atónito pero consciente, comparte y se identifica con las vicisitudes de los personajes. Los toques de advertencia sobre el espectador son continuos y cada vez más fuertes, pasando de un leve a un fuerte despertar de esta nuestra mecánica, letárgica, automática, inconsciente pesadilla urbana contemporánea, generando un literal soplo de aire fresco.

Clamando

Clamando

Dejando a un lado la denuncia, las ninfas de los sueños y la inspiración aparecen en escena. Nos transportan a un bello lugar donde nada necesita justificación ni función. Una enorme piscina plástica transparente cae sobre nuestras cabezas. En ella, bellas ninfas crean formas mágicas entre luces y agua. El público acierta a tocar la belleza de estas formas.

La Pura Belleza de las Ninfas

La Pura Belleza de las Ninfas

Con un gran salto finaliza el devenir de nuestro personaje. Este es el salto, algo grande que nos asusta pero que somos capaces de abordar, siendo valientes y continuando con la vida. Un canto a la vida y a la esperanza. La finalista y cortoplacista sociedad actual hace que veamos nuestra vida como meros espectadores. La pérdida de nuestra propia esencia hace que no seamos conscientes de nuestros propios talentos y fortalezas y por ello al enfrentarnos a algo nuevo nos vemos coartados por nosotros mismos. Lo importante es el proceso, no la meta.

Esperando el Gran Salto

Esperando el Gran Salto

Al final del acto el DJ convoca a los espectadores a sufrir una catarsis rociados por el propio agua del espectáculo, a impregnarse de la esencia de esta gran obra colectiva.

 El agua de la catarsis colectiva

El agua de la catarsis colectiva