Poderío Flamenco
Siempre había pensado que para sentir el flamenco sería necesario acudir a un espectáculo con la mente y el corazón abiertos, para poder conectar con el arte y la pasión que despliegan bailaores, cantaores y guitarristas.
Nada más lejos de la realidad. Incluso en un día de trabajo agotador, a punto de comenzar mi segundo reportaje de la jornada, sólo fueron necesarios unos acordes para llevarme a ese terreno privilegiado: La hondura de los que han vivido en el filo de la navaja desde la cuna.
De tal forma me ví envuelto en ese sentimiento tan difícil de describir, la pasión gitana, que mi cámara, el baile y la música se fundieron en un sólo elemento en mi cabeza. Comparto aquí algunas vivencias hechas fotografía, ya que ése es mi lenguaje.
